Viernes 18 de octubre de 2024
A finales de agosto, las autoridades intentaron ingresar a una propiedad ubicada en el municipio de Oratorio, a unos 60 km al suroeste de la capital, donde desde 2016 está asentada la secta Lev Tahor. Sin embargo, los miembros de la comunidad restringieron el acceso al lugar.
El vocero de la Fiscalía, Moisés Ortiz, explicó que la diligencia tenía como objetivo verificar las condiciones de vida de los niños y adolescentes de la comunidad y garantizar que se respeten sus derechos fundamentales.
Durante el operativo de allanamiento, inspección, registro y secuestro de evidencias, participaron fiscales, policías y un equipo multidisciplinario conformado por psicólogas y trabajadoras sociales, además de personal de la Procuraduría de Derechos Humanos.
La Procuraduría General de la Nación, que actúa como abogado del Estado, señaló en agosto que recibió denuncias, muchas de ellas anónimas, en contra del grupo. La comunidad se trasladó a Oratorio después de ser expulsada de un pueblo indígena en 2014 debido a conflictos con los residentes y pasar un tiempo en un edificio de la capital.
El grupo fue objeto de un allanamiento por parte de fiscales y policías a petición de Israel, con el fin de localizar a una niña y determinar si había casos de maltrato infantil.
