Lunes 30 de diciembre de 2024
El presidente palestino, Mahmud Abás, ha declarado que viajará a la Franja de Gaza junto con otros líderes palestinos para intentar detener los bombardeos israelíes que han devastado la región. Abás, en un discurso ante el Parlamento de Turquía, subrayó que esta decisión surge ante la falta de soluciones efectivas y la necesidad urgente de proteger a los palestinos.
“No nos queda ninguna vía de solución. Por eso, yo y todos los miembros del Gobierno palestino hemos decidido ir a Gaza, y eso es lo que haremos”, expresó Abás, recibiendo aplausos de los diputados turcos. En un gesto de determinación y solidaridad, añadió: “Frente a un enemigo que no conoce límites, estamos unidos. Aunque nos cueste la vida… mi vida no tiene más valor que la del niño más pequeño de Gaza”.
Durante su visita a Ankara, Abás también se reunió con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y denunció en su discurso ante el Parlamento turco la guerra de Israel contra Gaza, calificándola de “genocida”. El líder palestino, de 88 años, pidió una oración por Ismail Haniyeh, dirigente de Hamás asesinado recientemente en Irán en un atentado atribuido a Israel.
Abás afirmó que los ataques israelíes han dejado más de 40,000 muertos y han destruido dos tercios de las infraestructuras en la Franja de Gaza, señalando que el objetivo de Israel es “cometer un genocidio y expulsar a los palestinos de su tierra”. Reiteró que Cisjordania, Jerusalén Este y Gaza son inseparables, y cualquier intento de dividir estos territorios no sería aceptable en un acuerdo de paz.
El presidente palestino también destacó la importancia del reconocimiento de Palestina como Estado por parte de la comunidad internacional, comprometiéndose a continuar trabajando hasta que incluso Estados Unidos y el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas reconozcan oficialmente a Palestina.
En su presentación, Numan Kurtulmus, presidente del Parlamento turco, reafirmó el apoyo de Turquía a la causa palestina, calificándola de una “causa nacional” para su país, y reiteró el compromiso de Ankara con la creación de un Estado palestino soberano en las fronteras de 1967, con Jerusalén Este como capital.