Viernes 18 de octubre de 2024
Simpatizantes de Donald Trump se reunieron nuevamente el sábado en Butler, Pensilvania, la misma ciudad donde el candidato republicano sufrió un atentado en julio, un suceso que marcó un punto de inflexión en su carrera hacia la Casa Blanca. La campaña sigue marcada por las amenazas de violencia política.
El retorno de Trump a Butler, un mes antes de las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, fue ampliamente publicitado y desafiante. El presidente Joe Biden advirtió el viernes sobre la posibilidad de que las elecciones se desarrollen en un ambiente de violencia. Esta vez, las medidas de seguridad fueron mucho más estrictas, con francotiradores apostados en varios edificios y un dron de vigilancia sobrevolando la zona.
Heather Hughes, una seguidora de Trump de 43 años que viajó desde New Castle, Pensilvania, expresó su preocupación por la situación: “Están ocurriendo muchas cosas inquietantes”. Trump lideraba las encuestas después de su contundente victoria sobre Biden en un debate televisado en junio, y entró a la convención republicana en Milwaukee como un mártir político.
Las imágenes de Trump, con el rostro ensangrentado y alzando el puño mientras era arrastrado por agentes del Servicio Secreto, se viralizaron rápidamente y dejaron una huella en su campaña.
