Sábado 21 de diciembre de 2024
La violencia contra las mujeres en Brasil ha alcanzado niveles alarmantes, con una violación reportada cada seis minutos, según el informe anual del Foro Brasileño de Seguridad Pública, una organización no gubernamental que utiliza datos oficiales.
A pesar de los esfuerzos del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva para implementar políticas de igualdad, el panorama sigue siendo desolador. Estas iniciativas habían sido paralizadas durante la administración de Jair Bolsonaro entre 2019 y 2022.
En 2023, el primer año del mandato de Lula, los feminicidios aumentaron un 0.8% en comparación con el año anterior, resultando en 1,467 mujeres asesinadas por razones de género en Brasil, la cifra más alta desde que el feminicidio fue tipificado en 2015. En ocho de cada diez casos, el perpetrador era el esposo, novio o exnovio de la víctima.
Las tentativas de feminicidio también aumentaron un 7.1%, junto con las agresiones físicas (9.8%), el maltrato psicológico (33.8%), las amenazas (16.5%), los casos de persecución (34.5%), las violaciones (6.5%), el acoso sexual (28.5%) y la divulgación de imágenes íntimas (47.8%).
“Por desgracia, un año más, las perspectivas siguen siendo sombrías”, señaló el Anuario Brasileño de Seguridad Pública. El documento sugiere varias teorías detrás del incremento de todos los indicadores de violencia contra las mujeres, incluyendo la perpetuación de estructuras patriarcales profundamente arraigadas en la sociedad y una posible reacción de resistencia ante los avances en los derechos de igualdad de género.
La ONG denunció que la violencia contra las mujeres se ha naturalizado en la sociedad brasileña y advirtió que las cifras reportadas pueden ser inferiores a la realidad debido a la desconfianza hacia las instituciones, el miedo y la culpa para denunciar, y las burocracias que dificultan el acceso a las medidas de protección disponibles.